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¿Sabías que tus horarios influyen en tus % de grasa?

A menudo, nos centramos mucho en que todos nuestros alimentos sean saludables, que cumplan con las normas establecidas de lo que es la comida real y medimos, incluso con lupa, todo lo que consumimos. Algunas veces incluso llegamos a obsesionarnos con ello, perdiendo de vista otros factores importantes, como son el cuándo comer y cómo comer. Empezaremos hablando sobre ese "cuándo".


CRONOBIOLOGÍA

La cronobiología es la ciencia que estudia los ritmos biológicos de nuestro cuerpo y de otros animales. Por tanto es esa parte de la ciencia que se ocupa de investigar el "cuándo".

Los ritmos biológicos son las diferentes variaciones oscilantes que suceden en nuestro día a día y mediante las cuales podemos estar en sintonía con nuestro alrededor. Estos se dividen en 3 grupos:

  • Ultradianos: Sus oscilaciones duran menos de 24 horas. Es por ejemplo la frecuencia cardíaca.

  • Circadianos: Duran cerca de 24 horas. Son por ejemplo el sueño-vigilia y la temperatura corporal.

  • Supradianos: Duran más de 24 horas. Son por ejemplos los ritmos de las estaciones del año.

Nos centraremos en el segundo tipo, los circadianos. Estos ritmos se caracterizan por tener una duración muy próxima a las 24 horas (1 día), por estar controlados por nuestros "relojes internos" y tienen gran interferencia en la fisiología humana.

Dentro de nuestro cuerpo tenemos un reloj central y muchos relojes periféricos que constituyen un sistema de relojes endógenos que nos permiten estar en coordinación con los ritmos del día (noche y día) y adaptarnos a los cambios que en este suceden.


Reloj central (NSQ)

El rejol central de nuestro organismo es el núcleo supraquiasmático situado en el hipotálamo (cerebro) y es el principal generador de oscilaciones circadianas que dependen tando de factores externos como son la luz y la oscuridad, como de su propia sincronización genética. Este reloj, por ejemplo, interviene en la regulación del ciclo de sueño-vigilia y la temperatura corporal.



Relojes periféricos

Están situados en diferentes partes del cuerpo (corteza cerebral y órganos) y se guían en gran medida por oscilaciones mediadas por genes clock, unos tipos de genes específicos que interfieren en la regulación genética de los ciclos, y que son en su mayoría expresados en el tejido adiposo. A pesar de la influencia de estos genes, estos relojes también son autorregulados de forma endógena por el reloj central.

Estos relojes intervienen, por ejemplo, en la regulación de procesos como la glucemia diaria, los ritmos de adipogénesis (formación de células grasas) o de la leptina (hormona reguladora del apetito)



CRONONUTRICIÓN ¿CUÁNDO COMER INFLUYE?

Algunos factores externos hacen que la sincronización de nuestros relojes se vea afectada. Entre ellos, tanto para bien como para mal, tenemos a la alimentación, pero no solo el qué y el cuánto comemos, sino el cuándo.

Cada vez que comemos nuestros relojes periféricos se adaptan a esta situación y se regulan tras ella, independientemente de lo que pasa a nivel central y afectando indirectamente a este.

Es por ello que el "cuándo comemos", es un punto fundamental es la sustentación de la sincronización interna. Si nos exponemos de forma continua a realizar ingestas a deshora, como por ejemplo, ingestas nocturnas o que sobrepasan en varias horas al ciclo marcado por la luz-oscuridad, nuestros relojes comienzan a caminar desordenadamente, afectándose de manera directa el correcto funcionamiento de algunas hormonas claves en el mantenimiento metabólico de nuestro organismo como son la leptina y la insulina.

Esto, sumado a una mala alimentación es un combo perfecto que nos deriva directamente a padecer alguna de las grandes enfermedades que engloban el famoso "síndrome metabólico" donde se incluyen, obesidad, diabetes mellitus tipo II o sobrepeso.

Además, si a todo esto le sumamos la sobreexposición continua a otros factores externos determinantes como son la luz artificial (móviles, tablets, ordenadores, televisiones...) a deshora, o al grado de contaminación ambiental actual, nos ponemos en un estado de "disrupción endocrina" casi total, lo que aumenta el riesgo de padecer enfermedades antes mencionadas, y muchas otras.


¿CÓMO SOLUCIONARLO?

La respuesta es sencilla y rápida: manteniendo un buen hábito. No se nos pide que seamos súper estrictos con nuestros horarios y nuestra comida, pero si que mantengamos un equilibrio. Establecer unos buenos horarios, no es tan difícil, solo basta con tener una buena organización basada en algunos puntos, como pueden ser:

  • Mantener un horario fijo de comidas: Intentar comer siempre a las mismas horas o variándolo muy poco. Por ejemplo:

- Desayuno cercano al amanecer (7-8 h)

- Comida cercana al mediodia (12-14 h)

- Cena cercana al atardecer (20-21 h)

- Tentempiés o snacks entre medias, siempre que sea necesario y te

apetezca.

  • Respetar el horario del sueño: Mantener la misma cantidad de horas de sueño diarias es fundamental.

- Ayuda al correcto funcionamiento del mecanismo de reparación

nocturna.

- Ayuda al correcto funcionamiento del ciclo hormonal de la

melatonina (hormona del sueño) y el cortisol (hormona del estrés)

  • Mantenernos alejados de la luz artificial en horarios cercanos al irnos a dormir.

- Existen numerosos estudios que relacionan la sobreexposición a la luz

artificial, con el aumento de personas obesas o con sobrepeso.


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